Acompáñenme a revivir un espectáculo único en el mundo que se lleva a cabo cada segundo domingo de octubre: La Barcolana es una regata internacional fundada en 1969 por iniciativa del Club de Vela de Barcola Grignano. Un magnífico evento de una semana de duración, que transforma a Trieste en la Capital Europea de la vela y atrae a más de 250.000 personas dispuestas a disfrutarla.
Llegamos el sábado, un día antes de la regata principal y empezamos a recorrer esta norteña perla italiana ubicada a orillas del Mar Adriático.
A poco de andar nos topamos con el Canal Grande, construido durante los años 1754/56. Aparte de utilizarse como amarradero de pequeñas embarcaciones, es un romántico lugar con restaurantes y cafés ideal para disfrutar del aire libre. Allí almorcé un delicioso Spaghetti Mare e Monti. Una pasta acompañada de frutos de mar, funghi porcini, alcaparras, y aceite de oliva extra virgen con peperoncini.
Como no podía ser de otra manera, me detuve a ver un bello mercado callejero que vendía flores, frutas y verduras.
Y cuando alzaba la vista siempre me encontraba con construcciones impactantes.
El atardecer triestino nos regaló tonos rosados que resaltaban el diseño de las luminarias de la ciudad y dibujaban la silueta de las barcas sobre un mar azul profundo.
Y cuando ya casi comenzaba la noche, llegué a una Piazza Unità d'Italia espléndidamente iluminada. El lugar no puede disimular su pomposo pasado, ya que efectivamente fue parte del Imperio Austro-húngaro hasta que luego de la Primera Guerra Mundial, finalmente pasó a manos italianas.
Una luminosa luna creciente contribuía a resaltar la magnificencia del lugar.
Como parte de los festejos asistimos a conciertos al aire libre totalmente gratuitos
Seguimos recorriendo la ciudad y subiendo a sus colinas pude apreciar la distinción y señorío de sus calles.
Finalizamos el día asistiendo a una regata nocturna que sirvió como aperitivo de la gran cita del domingo.
Al día siguiente, el desfile de gente en la Piazza Unità d'Italia era incesante y muchos aprovechaban para tomarse un capuccino o un jugo, intentando calmar la ansiedad que generaba el inminente comienzo de la contienda deportiva.
La bella camarera no daba a basto con todo el trabajo y estuvo activa de sol a sol.
Luego, todos se concentraron en el puerto para asistir a la regata. Algunos aprovecharon para degustar de las delicias que depara el mar en estos lugares, mientras eran arropados por el tibio sol del otoño.
Había gente linda por todos lados y por sobre todo imperaba el buen humor. Más allá de la gran presencia de turistas,el triestino es un ser alegre, elegante y dado a la conversación...
Hasta había perros salvavidas que inspiraban más ternura que respeto...
Y algunos hombres disfrazados que promovían el próximo carnaval triestino.
En la línea de partida ubicada bajo el Faro della Vittoria, casi dos mil veleros conformaban un heterogéneo grupo de embarcaciones, algunas tripuladas por experimentados timoneles que normalmente intervienen en competencias mundiales de vela, capitanes, marineros y hasta por turistas guiados bajo el hechizo de un evento en el cual todo marino debería participar, al menos una vez en su vida.
Para los aficionados que se animaron a ser parte de la competancia, el encanto consistió principalmente en la posibilidad de estar en el mismo ambiente deportivo con marineros profesionales a bordo de los gigantes del mar, cuyos cascos nacidos del lápiz de diseñadores internacionales superaban los 30 metros de largo y han sido fabricados de acuerdo con lo último en tecnología naval.
La Barcolana probablemente sea la carrera con el mayor número de participantes del planeta. Son casi 2.000 embarcaciones y alrededor de 25.000 marineros los que intervienen. Para mostrarles la verdadera magnificencia del evento, les muestro una perspectiva aérea de la largada, en la única imagen que tomé prestada de la web.
Foto tomada de la web: http://www.prweb.com/releases/barcolana-2010/Esimit-Europa/prweb4635294.htm
La TV improvisó un estudio al aire libre para seguir todas las alternativas de la competencia. Esta 45° edición del 2013 será recordada como una Barcolana en cámara lenta, entre la más lenta en los últimos años, a causa del escaso viento que solo permitió a 20 barcos cruzar la meta antes que termine el tiempo límite máximo reglamentario.
En un rincón apartado, una parejita disfrutaba en solitario del paso de las embarcaciones...
Y hasta había un hermoso niño que con su vara parecía querer alcanzar a alguna de las barcas que se divisaban desde la costa.
El evento, finalizó con el arribo a puerto de las embarcaciones que ocuparon los puestos de privilegio.
Diego, no había visto estas últimas fotos. ¡¡están buenísimas!!! Alucinante los lugares que visitaste y alucinante también el ojo del fotógrafo. Un verdadero artista. Felicitaciones!!!
ResponderEliminarSe te extraña!!!! Un beso grande!
Patricia
Gracias Patoooo!!! En un par de días nos vemos en Buenos Aires :)
ResponderEliminarqué belleza de fotos, hermoso post! un beso!!
ResponderEliminarGracias María Eugenia, te retribuyo con otro beso grandote!!
EliminarHola, no puedo expresar la emoción que me produjo tus fotos y comentarios de Trieste.
ResponderEliminarMis viejos nacieron allí, en un pueblito un poco más arriba, en Kontovel (Contovello).
Viví algún tiempo en Trieste y luego volví varias veces a visitar a mis parientes.
Tuve allí mi primer amor, a los 18, cuyo recuerdo me acompañará hasta el último día.
No sé como llegaste allí porque no es un destino turístico muy popular, pero me alegro que hayas estado para conocer ese lugar tan hermoso.
Te envío un gran saludo
Sergio
Coincido con vos Sergio. Trieste es una ciudad realmente hermosa y no tan visitada por los argentinos que van a Italia. Es realmente para vivir, por su gente, sus lugares, la comida. Todo es maravilloso, salvo el Bora Negro de invierno. Ese viento gélido que viene de los Balcanes si que es temible. Pero lo solucionamos fácil, para esa fecha nos vamos a la Costa Azul o a Sicilia a disfrutar del clima benigno jaja. Me alegro muchísimo que mis fotos te hayan traído tan gratos recuerdos. Te mando un gran abrazo y espero que te animes a visitar nuevamente este lugar de ensueño.
EliminarDiego: Italia è bellissima. Y los viajes quedan siempre en nuestras almas. Me imagino que a tu regreso prepararás algún plato delicioso, con tu toque personal, no?. Gracias por compartir esta maravilla en Contacto.
ResponderEliminarDe nada Karina, esperemos que todas estas vivecias me sirvan de inspiración :)
EliminarSr.Bianchi, usted estuvo ahí?? majestuosos lugares y Fotos !!! para gozar y soñar que algún dia tocaremos el mismo suelo...
ResponderEliminarAtte.
Efectivamente, espero que tenga usted también la suerte de disfrutar de semejante maravilla. Saludos :)
EliminarExcelente la receta y espectaculares las fotos. Muchas gracias.
ResponderEliminarLa receta? seguro estuviste mirando otra publicación antes :)
EliminarAlguna anterior tuya.
ResponderEliminarLa receta en realidad sería elegir lugares estupendos para pasar una buena temporada de esparcimiento y alegría. Saludos.
ResponderEliminarDiste en el clavo, esa es la receta para ser feliz en la vida :)
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