Siguiendo su inexorable avance por el Zodíaco, desde el 22 de noviembre pasado, el Sol se encuentra transitando por Sagitario, así que se impone ocuparse de este signo en nuestro apartado de Recetas de Cocina Astrológica.
De la observación de las pinturas rupestres halladas en Francia, sabemos que varios miles de años antes de Cristo, cuando nuestros antecesores aun no conocían cómo usar los metales, y solo el hueso y la piedra eran la materia prima para sus armas, ellos se dedicaban a cazar caballos para consumir su carne y beber la leche de las yeguas. Cuando capturaban a un potrillo, lo llevaban con ellos para criarlo y luego consumirlo. Pero a medida que las crías en cautiverio se familiarizaron con los hombres, poco a poco se fueron domesticando.
De la acción "civilizadora" de domesticar al caballo, surgió la figura del llamado "Centauro”. Y fue a partir de la Antigua Grecia clásica que este híbrido entre hombre y animal se transformó en el símbolo de Sagitario. En él se representa la síntesis entre la captación de la creatividad del cielo (la flecha), la creatividad de la Tierra (el caballo blanco) y la creatividad de la consciencia (el jinete)
El mes pasado, al hablar del Signo de Escorpio - cuya receta dedicada a él podrán encontrar clickeando aquí - habíamos dicho que esa energía nos remitía al momento de la muerte de las formas materiales. Vimos, como en ese oscuro y denso instante, se hacían patentes temas tabú como la pulsión sexual, el instinto de vida, y sobre todo el de colisión y conflicto de opuestos. Pero luego de este dramático momento, llega Sagitario haciendo un giro radical, proponiéndonos algo totalmente diferente. Lo que en Escorpio se leía como informaciones aparentemente antagónicas e irreconciliables entre sí, Sagitario en cambio las jerarquiza y las ubica en planos de realidad diferente. Así, cada cosa se encuentra en el estrato que le corresponde y ya no hay mas choque ni conflicto. Se llega entonces a una síntesis que ya no produce dolor, sino la sensación de vitalidad, abundancia, y entrega infinita. Así, los arquetipos sagitarianos son los del "Maestro" y el "Guía", aquellos que han llegado a una síntesis, a una verdad que luego se dedicaran a predicarla y enseñarla a los demás.
En consonancia con la naturaleza expansiva de Júpiter, su planeta regente, el sagitariano es optimista y generoso, no porque tenga más que otro, sino porque capta la abundancia de la vida. Sagitario es como una flecha lanzada en una determinada dirección, es puro devenir y sentido, no importa que de en el blanco o encuentre un punto de llegada (cosa que si desvela a Capricornio, el signo posterior). Así por ejemplo, si un sagitariano y un capricorniano se fueran juntos de viaje en un automóvil, el primero disfrutaría de sus vacaciones desde el minuto cero en que subió al vehículo y tomó la ruta alejándose de su hogar, mientras que el capricorniano estaría contando el tiempo faltante y cronometrando cada minuto que le insume llegar a destino.
Hasta aquí pareciera que estamos hablando del signo más maravilloso del zodíaco, pero no todas son rosas. Una cosa es lo que propone la energía y otra bastante diferente es como logra captarla la psicología humana. Allí la cosa se complica un poco. De la misma forma que la energía virginiana nos habla de un orden que está más allá de nosotros y los virginianos sin confiar en ello, se transforman en maniáticos del orden; los sagitarianos, en vez de confiar en ese sentido del que hablabamos, suelen obsesionarse por encontrarle sentido a todo. Así, el sistema psicológico del Sagitariano se centra en tener una idea, un ideal, una fe que le permita trascender cualquier tipo angustia. De más está decir, que le cuesta conectarse con el lado oscuro de la vida, por lo que a veces tiende a ser muy negador. Es propenso a ser muy idealista, místico o religioso. Si sagitario cae, tiende a deprimirse, hasta que encuentra un nuevo sentido. El aprendizaje del sagitariano será entonces comprender que la caída, no es una verdadera desgracia, sino que forma parte del movimiento de aprendizaje. Entre los sagitarianos, hay muchos militantes ideológicos que quieren o quisieron salvar a la humanidad, aún mediante el uso de la fuerza, peleando, y matando. Son de sagitario Pinochet, Stalin y Franco. Como contrapartida, también lo fueron De Gaulle y Churchill, que contagiaron suficiente optimismo a los diezmados Franceses e Ingleses como para superar y levantarse del horror de la guerra mas desvastadora que el humano haya conocido en toda su historia.
Los nativos de este signo son los más inclinados a realizar manifestaciones ecológicas en defensa de los animales plantas y flores. Aunque el sagitariano más primitivo, remitiendo a las primeras tribus que hablábamos en un principio, se sentirá muy atraído por la caza y podrá divertirse con el tiro al blanco con arco y flecha. Por lo general, el símbolo equino lo hará identificarse con los animales. Con facilidad puede ser jinete, guardaparques, explorador o jardinero. Como nativos de un signo de fuego, le gustan los deportes que requieren movimiento, como ser corredor, ciclista, automovilista. Y el tipo mental podrá dedicarse a la filosofía, la religión y la enseñanza.
Son animales bien sagitarianos el Caballo y el Ciervo o Venado. De todo lo dicho, y adentrándonos ya en el tema que nos ocupa, son alimentos sagitarianos todas aquellas carnes de caza. Y como corporalmente Sagitario rige la pelvis y los muslos, dentro de los alimentos se encuentran incluidos los jamones.
Así pues, les propongo hacer una receta sagitariana por donde se la mire. Un cuarto trasero (muslo) de Ciervo a la Cazadora.
Debido a su bajísimo contenido de grasa, la carne de ciervo es una de las más saludables para ser consumidas. Y aunque su sabor se le parece al de la ternera, es aún más sabrosa por provenir de un animal mucho más movedizo y con mayor irrigación sanguínea en todos sus músculos.
Y precisamente por esa carencia de grasa, hay que tener mucho cuidado al cocinarla, ya que puede quedar muy dura y seca. Sera entonces de vital importancia el método de cocción a elegir. O la cocinamos muy ligeramente, u optamos por un largo guisado a baja temperatura. Esta última opción es la que elegí para compartir con ustedes.
También es importante tener en cuenta que, como cualquier carne de caza, el ciervo tiene un gusto salvaje que debemos atemperar, dejándolo marinar por largas horas en un buen vino tinto con adobos.
Así lo haremos...
Ingredientes: (para 6 personas)
Cuarto trasero de Ciervo: ........... 1,5 kg
Cebolla: ........................................ 3 grandes
Pimiento Morrón Rojo: ................ 1 y medio grande
Hongos de Pino deshidratados: ..50 g
Champignones: ............................ 350 g
Ajo: ................................................ 3 dientes
Ciboulette: .................................... 1 atado
Tomate perita: .............................. 2
Vino Malbec: ................................. 750 ml
Caldo de Verduras: ....................... 500 ml
Manteca: ........................................ 2 cdas. grandes
Aceite de oliva extra virgen: .......... 2 cdas. grandes
Azúcar: ........................................... 1 cda grande
Harina de Trigo: ............................. 1 cda. grande
Sal gruesa: ..................................... a gusto
Hierbas y especias utilizadas:
Enebro. ............................................. 8 bayas
Pimienta verde: ................................ 2 cdas. grandes
Laurel: ............................................... 2 hojas
Tomillo, Orégano y Pimentón dulce: a gusto
Acompañamiento:
Papas: ............................................... 3
Orégano y Ají molido: ....................... a gusto
Sal gruesa o gorda: .......................... a gusto
Diccionario Gastronómico de Sinónimos:
2. Luego las tostamos ligeramente, para realzar su aroma y sabor.
3. Quitamos la grasa de la carne y las cortamos en pequeños trozos del tamaño de un bocado. Luego la colocamos en un bowl.
4. Condimentamos con el enebro molido y tostado, unas hojas de tomillo fresco y dos cucharadas soperas de Pimienta Verde fresca. Revolvemos bien para mezclar todos los sabores...
5. Agregamos vino tinto hasta cubrir la carne. Si queremos obtener buenos resultados, es importante utilizar uno de buena calidad. Yo opté por un Malbec, la cepa estrella de la vitivinicultura argentina, que tantos premios a obtenido a nivel internacional. Es un varietal de color violáceo intenso, frutado, con aroma a frambuesas y grosellas.
6. Tapamos con papel filme y dejamos marinar por 6 horas en la heladera. Si pueden, lo dejan de un día para el otro.
7. Tomamos los hongos de pino deshidratados y los lavamos bien bajo el grifo para eliminar los restos de arena que pudieran tener.
8. Luego, los rehidratamos en medio litro de caldo de verdura caliente.
9. Cortamos en cuadrados el Pimiento Morrón y la Cebolla. Picamos bien fino los dientes de ajo.
10. En una olla o cazo calentaremos la manteca y el aceite de oliva en partes iguales. Colocamos la carne, la salamos con sal gruesa y la sellamos a fuego fuerte.
11. Cuando se vayan evaporando los jugos de la carne, sumamos los vegetales y revolvemos bien con una cuchara de madera.
12. Una vez transparentada la cebolla, agregamos todo el líquido de la marinada.
13. Sumamos además, todo el vino que nos quedó en la botella.
14. Escurrimos los hongos de pino del caldo y los cortamos en tiras. Luego lo agregamos a la preparación junto con el caldo, que ya se habrá impregnado de todo el sabor de estas riquísimas setas.
15. Pelamos los tomates con el sencillo procedimiento que podrán consultar clickeando la foto de abajo. Luego los cortamos en concassé y lo agregamos a la preparación.
16. Sazonamos con unas ramitas extra de tomillo fresco, orégano, un par de hojas de laurel y el pimentón dulce.
17. Adicionamos una cucharada sopera de azúcar, mezclamos bien y luego tapamos la cacerola, dejando cocinar al menos por dos horas a fuego mínimo. Si su olla no tiene triple fondo, es conveniente que pongan un difusor de calor, para que no se queme la preparación en su base. Cada tanto destapen y revuelvan.
18. Faltando unos 45 minutos para terminar nuestra preparación, lavamos las papas que utilizaremos como acompañamiento. Sin quitarle la cáscara, las cortamos en cubos pequeños y las disponemos sobre una fuente. Sazonamos con orégano, ají molido, sal gruesa y aceite neutro. Mezclamos bien con la mano y las cocinamos en el horno.
19. Unos 25 minutos antes de que esté listo nuestro guiso, limpiamos los champignones con una servilleta de papel, sacando todos los restos de tierra que tengan. Es importante que no utilicen agua, ya que estos hongos son como esponjas que absorben todos los líquidos. Luego los cortamos en finas láminas.
20 Los salteamos en una sartén con aceite de oliva extra virgen. Procuren que cada lámina toque el fondo, para que puedan dorarse bien. Así que para no encimarlas, tendrán que cocinarlas en dos tandas. Igualmente es un procedimiento que solo dura un par de minutos.
21. Ya falta muy poco para terminar nuestro guiso. Lo destapamos, le agregamos una cucharada sopera de harina de trigo. Revolvemos, y luego de unos instantes, veremos como la salsa se ha espesado.
22. Finalmente, sumamos los champignones dorados y ya estamos listos para servir...
23. Emplatamos colocando una porción generosa de nuestro guiso y las papas al horno.
24. Cortamos un poco de cebollín o ciboulette y decoramos espolvoreando por encima del plato.
Solo nos resta disfrutar de esta maravilla!!
Ajo: ................................................ 3 dientes
Ciboulette: .................................... 1 atado
Tomate perita: .............................. 2
Vino Malbec: ................................. 750 ml
Caldo de Verduras: ....................... 500 ml
Manteca: ........................................ 2 cdas. grandes
Aceite de oliva extra virgen: .......... 2 cdas. grandes
Azúcar: ........................................... 1 cda grande
Harina de Trigo: ............................. 1 cda. grande
Sal gruesa: ..................................... a gusto
Hierbas y especias utilizadas:
Enebro. ............................................. 8 bayas
Pimienta verde: ................................ 2 cdas. grandes
Laurel: ............................................... 2 hojas
Tomillo, Orégano y Pimentón dulce: a gusto
Acompañamiento:
Papas: ............................................... 3
Orégano y Ají molido: ....................... a gusto
Sal gruesa o gorda: .......................... a gusto
Diccionario Gastronómico de Sinónimos:
Ají Morrón: Pimiento Morrón
Ciboulette: Cebollín, cebollina, cebollita, cebolline, cebolleta,
cebollino, cebollín chino
Ciervo: Venado
Hongo: Seta
Manteca: Mantequilla, gordura que se extrae de la leche vacuna.
Preparación:
1. Tomamos 8 bayas de Enebro, las machacamos en un mortero o las aplastamos con el canto de un cuchillo. Esta es una especie muy utlilizada en la fabricación de ginebras y también va perfecto para sazonar las carnes salvajes.
2. Luego las tostamos ligeramente, para realzar su aroma y sabor.
3. Quitamos la grasa de la carne y las cortamos en pequeños trozos del tamaño de un bocado. Luego la colocamos en un bowl.
4. Condimentamos con el enebro molido y tostado, unas hojas de tomillo fresco y dos cucharadas soperas de Pimienta Verde fresca. Revolvemos bien para mezclar todos los sabores...
5. Agregamos vino tinto hasta cubrir la carne. Si queremos obtener buenos resultados, es importante utilizar uno de buena calidad. Yo opté por un Malbec, la cepa estrella de la vitivinicultura argentina, que tantos premios a obtenido a nivel internacional. Es un varietal de color violáceo intenso, frutado, con aroma a frambuesas y grosellas.
6. Tapamos con papel filme y dejamos marinar por 6 horas en la heladera. Si pueden, lo dejan de un día para el otro.
7. Tomamos los hongos de pino deshidratados y los lavamos bien bajo el grifo para eliminar los restos de arena que pudieran tener.
8. Luego, los rehidratamos en medio litro de caldo de verdura caliente.
9. Cortamos en cuadrados el Pimiento Morrón y la Cebolla. Picamos bien fino los dientes de ajo.
10. En una olla o cazo calentaremos la manteca y el aceite de oliva en partes iguales. Colocamos la carne, la salamos con sal gruesa y la sellamos a fuego fuerte.
11. Cuando se vayan evaporando los jugos de la carne, sumamos los vegetales y revolvemos bien con una cuchara de madera.
12. Una vez transparentada la cebolla, agregamos todo el líquido de la marinada.
13. Sumamos además, todo el vino que nos quedó en la botella.
14. Escurrimos los hongos de pino del caldo y los cortamos en tiras. Luego lo agregamos a la preparación junto con el caldo, que ya se habrá impregnado de todo el sabor de estas riquísimas setas.
15. Pelamos los tomates con el sencillo procedimiento que podrán consultar clickeando la foto de abajo. Luego los cortamos en concassé y lo agregamos a la preparación.
16. Sazonamos con unas ramitas extra de tomillo fresco, orégano, un par de hojas de laurel y el pimentón dulce.
17. Adicionamos una cucharada sopera de azúcar, mezclamos bien y luego tapamos la cacerola, dejando cocinar al menos por dos horas a fuego mínimo. Si su olla no tiene triple fondo, es conveniente que pongan un difusor de calor, para que no se queme la preparación en su base. Cada tanto destapen y revuelvan.
18. Faltando unos 45 minutos para terminar nuestra preparación, lavamos las papas que utilizaremos como acompañamiento. Sin quitarle la cáscara, las cortamos en cubos pequeños y las disponemos sobre una fuente. Sazonamos con orégano, ají molido, sal gruesa y aceite neutro. Mezclamos bien con la mano y las cocinamos en el horno.
19. Unos 25 minutos antes de que esté listo nuestro guiso, limpiamos los champignones con una servilleta de papel, sacando todos los restos de tierra que tengan. Es importante que no utilicen agua, ya que estos hongos son como esponjas que absorben todos los líquidos. Luego los cortamos en finas láminas.
20 Los salteamos en una sartén con aceite de oliva extra virgen. Procuren que cada lámina toque el fondo, para que puedan dorarse bien. Así que para no encimarlas, tendrán que cocinarlas en dos tandas. Igualmente es un procedimiento que solo dura un par de minutos.
21. Ya falta muy poco para terminar nuestro guiso. Lo destapamos, le agregamos una cucharada sopera de harina de trigo. Revolvemos, y luego de unos instantes, veremos como la salsa se ha espesado.
22. Finalmente, sumamos los champignones dorados y ya estamos listos para servir...
23. Emplatamos colocando una porción generosa de nuestro guiso y las papas al horno.
24. Cortamos un poco de cebollín o ciboulette y decoramos espolvoreando por encima del plato.
Solo nos resta disfrutar de esta maravilla!!
BUENISIIIIIIIIMO!!!!
ResponderEliminarGracias Lili!! Espero que lo hagas amiga!!
EliminarUn plato delicioso!!!
ResponderEliminarHola Diego, encantada de conocerte, llegue a tu cocina por casualidad y ya entre a todos los rincones.....te felicito, las recetas y las fotos preciosas, me quedo a seguirte y te invito a un paseo virtual por mi cocina, espero te guste!!!
sweetcakestoronto
Besos y FELIZ NAVIDAD!
miri
Gracias Miri!! Impresionante las cosas de repostería que haces y hay mucho más!! Se lo recomiendo a todos mis lectores. Besos y felices fiestas!!
EliminarHola, Diego.
ResponderEliminarQué receta tan suculenta a la vez que exótica.
Me he quedado pasmada con esta preparación: entre mis 4 hermanas (somos 5 en total), solo una hasta ahora se ha animado al ciervo. Y adiviná de qué signo es: sagitario. ¡Mejor imposible esta entrada!
Aprovecho para saludarte por las próximas fiestas. Qué disfrutes junto a tu familia de una Santa Navidad y un próspero 2013.
Afectuosamente.
Grande la sagitariana!! Le hace honor a su signo jaja!! Yo también te deseo lo mejor para estas fiestas y también aprovecho para agradecerte profundamente toda la compañía y el apoyo que me diste durante el año. Un beso enorme Silvia!!
EliminarQué interesante este blog!. No solo por las recetas. Lo encontré de casualidad en un sitio de recetas de tartas. Ya volveré para copiar alguna receta. Suerte. Nélida
ResponderEliminarMuchas gracias Nélida y bienvenida a este espacio. Ojalá vuelvas pronto!!
EliminarImpecable Diego. Yo soy sagitariana, quede maravillada con esta entrada. Si consigo ciervo algun dia voy a preparar la receta. Un beso. Lucia.-
ResponderEliminarMuchas gracias Lucía!! Si sos de la Ciudad de Buenos Aires, podés conseguirla en la carnicería ubicada en Dorrego 1705
EliminarDiego, muchas, muchas gracias por tus fotos, tu conocimiento, el amor que le ponés a lo que realizás y brindás. Cuánta estética tiene tu blog.
ResponderEliminarMe sorprendí al ver esta receta del ciervo a la cazadora.
Fue parte del primer almuerzo en la casa de amigos en Francia.
Ahora, gracias a vos, podré cocinarlo en Buenos Aires... en algún momento especial.
Yo lo hice hace unos días en una cena entrañable de amigos. Así que se ve que este plato tiene una energía especial para reunir a los seres queridos. Espero que lo hagas pronto y que te salga tan rico como el que comiste en Francia!! Un beso grande!!
EliminarUna excelente receta y una pésima epistemología, Diego. Un abrazo.
ResponderEliminarBueno, lo importante es tener la panza bien llena con algo rico. Después podemos charlar de epistemología y conocimiento. Quizás hasta te haga caer varios de tus paradigmas jaja.
EliminarHola Diego,
ResponderEliminarque maravilla, muchas gracias, acabo de entrar por primera vez pues he visto un comentario tuyo en el Pais. Que bueno que te encontré ¡¡
Celebro lo mismo Valvanuz. Ojalá estemos en contacto por mucho tiempo!! Saludos!!
EliminarHola, Diego: entré por casualidad a tu página, y debo decirte que te felicito por la claridad de tus explicaciones, y obviamente por el amor que trasuntan tus recetas.Buenísimo!
ResponderEliminarMuchas gracias Isabel!! Me encantaría que me sigas acompañando. Besos!!
EliminarMuy buena receta, se puede hacer con lomo de ciervo?
ResponderEliminarSi, por supuesto :)
EliminarQué buena explicación y qué buena receta. Saludos y gracias.
ResponderEliminarDe nada María!! Un placer!!
EliminarMaravillosa la receta pero, sobre todo, la forma tan fácil de explicarla con las fotos y comentarios.
ResponderEliminarTe sigo desde España, gracias por compartir!
Muchaas gracias!! Un gran abrazo desde Buenos Aires!
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