Una deliciosa comida se aprecia aún más, cuando también nos entra por los ojos, haciendo que todos nuestros sentidos estén presentes al momento de disfrutarla. Así que hoy les propongo hacer una entrada muy sencilla que, por su belleza, va a sorprender y entusiasmar a nuestros comensales desde el mismo instante de presentarla en la mesa.
Como ingrediente principal, utilizaremos unos pimientos morrones rojos que hornearemos a temperatura alta. Podríamos obtener similares resultados al hacerlos al rescoldo, - envolviéndolos previamente en papel aluminio y tirándolos directamente a la brasa cuando hagamos un asado - , o clavándoles un tenedor por el medio para después quemarles toda su piel, girándolos sobre la llama de una hornalla de la cocina.
Cuando ya estén bien asados y pelados, su hermoso aspecto de vibrantes tonos rojizos resaltará aún más al presentarlos prolijamente sobre una bandeja o plato blanco sin dibujos adicionales. Nuestros morrones contrastarán a la perfección, sumándoles el verde intenso del perejil picado (su color complementario).
Perfumaremos con un aceite de oliva extra virgen de buena calidad y le añadiremos acidez y dulzor, pintándolos con una reducción densa de aceto balsámico, que contribuirá a la sensación de haber hecho un hermoso cuadro.
Remataremos con con unas almendras tostadas, que además de agregarles sabor, aportarán el toque crocante y redondearan de la mejor manera nuestra obra de arte efímero.
Ingredientes:
Pimiento Morrón rojo: ... 2 grandes
Almendras: ........................ 50 g
Ajo: ............................... 1 diente grande
Perejil picado: ............... 1 puñado
Aceite de Oliva E.V.: ..... cantidad necesaria
Reducción de Aceto: ..... cantidad necesaria
Sal y Pimienta: .............. A gusto