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domingo, 11 de octubre de 2020

Mejillones al Champagne

  
    Diego Blog  


    Hoy les propongo hacer un plato sumamente sencillo con unos de los mariscos más comunes que existen, pero que les aseguro arrancará aplausos entre sus comensales, dejándolos con la sensación de querer más y más. 

    Los mejillones o choros, como le dicen en otras partes de Latinoamérica, aparte de ser deliciosos son nutritivos, fuente de vitaminas, minerales y aminoácidos beneficiosos para la salud como el omega 3. 

 Los acompañaremos con una salsa de consistencia ligera que es sencillamente celestial y adictiva,  preparada a base de un  champagne, cava o espumante. También obtendremos muy buenos resultados con vino blanco o una sidra. Además usaremos un buen aceite de oliva, jugo de limón, un poco de azúcar para contrarrestar su acidez, mucho ajo,  mostaza, orégano y pimentón español dulce. Pondremos un mínimo toque de picor con algún chile molido, triturado o majado que sea de nuestro agrado, finalizando con perejil fresco picado al que también pueden cambiar por cilantro. 


Ingredientes: 

(para 3 personas)

Mejillones chilenos: ..... 1 kg
Champagne: ................. 250 ml (un vaso grande)
Aceite de oliva E. V.: ..... 1 taza pequeña
Ajo: ................................  5 dientes
Jugo de limón: .............. ½ taza pequeña 
Pimentón dulce: ............. 1 cda. mediana
Orégano: ......................... 1 cda. mediana
Mostaza: ......................... 1 cda. mediana
Merkén / ají / chipotle: ... a gusto
Perejil: .............................. 1 taza pequeña
Sal y pimienta: ................. a gusto



     Lo ideal sería adquirir mejillones vivos recién recolectados de las piedras marinas, pero aquí en Buenos Aires estamos lejos del mar y normalmente es difícil conseguirlos así.  Pero existe una muy buena alternativa, ya que se  consiguen muy buenos mejillones chilenos en sus valvas, cerrados al vacío y super congelados, que ya vienen perfectamente limpios y apenas cocidos en su delicioso jugo. 

     Una opción de menor calidad sería conseguir el molusco acompañado de  una sola valva y la peor  -que no se las recomiendo en lo más mínimo - es comprar el bicho desnudo y congelado, resignando así toda esperanza de conseguir una buena textura y sabor. 




Preparación:


1.  Introducimos en una olla un pocillo o taza pequeña con un buen aceite de oliva extra virgen. 





2.  Introducimos los 5 dientes de ajo finamente picado y lo salteamos durante 30 segundos a fuego medio, cuidando de que el no se queme para evitar que se adquiera un gusto amargo. 





3. Ni  bien veamos que el ajo quiere comenzar a dorarse sumamos la media taza pequeña de jugo de limón para bajar la temperatura de la preparación.






4. También agregamos 250 ml (un vaso grande a tope) de champagne o cava bien frappé. Obviamente que el que nos sobre servirá como bebida ideal para acompañar el plato.  También quedará genial con una buena sidra o un vino blanco que puede ser dulce. En todo caso, cuiden que la calidad de la bebida sea buena. 






5.  Sumamos una cucharada mediana bien cargada de pimentón o páprika dulce y otra de orégano. También algún chile molido a gusto, que puede ser el merkén patagónico, el mexicano chipotle, una ñora, un peperoncino italiano o el  chile que a ustedes les guste o consigan de acuerdo al país en que se encuentren. 







6. Incorporamos una cucharada mediana de mostaza y salamos a gusto. 





7. Agregamos una cucharada mediana bien cargada de azúcar. Esto para equilibrar el ácido del limón. Aunque si utilizamos un vino o sidra dulce no será necesaria. 





8.   Una vez que la preparación rompa en hervor, abrimos la bolsa de los mejillones previamente descongelada y la introducimos en la olla, sin desperdiciar una gota del delicioso jugo que va a ser parte importante del sabor de la salsa. 







9.  Los mejillones ya están cocidos así que solo los vamos a calentar. Ni bien la salsa empiece a hervir nuevamente, cocinamos un minuto más y luego apagamos el fuego.  Es importante evitar sobre cocinar los mejillones para que no pierdan su delicada textura. 






10. Inmediatamente sumamos el perejil picado, mezclamos y nos preparamos para servir, desechando los que no estén abiertos. 







11.  Para emplatar solo conservaremos la valva donde el bicho está adherido y descartamos la otra. La posamos sobre el plato y luego las llenamos a tope con abundante jugo.  Finalmente  agregamos pimienta molida a gusto. 








   Solo resta disfrutar!!! Se comen con la mano y la valva nos servirá a modo de cuchara para capturar todo el delicioso jugo que es francamente celestial. ¡De otro planeta!  

    Se puede acompañar con un arroz blanco que absorberá todo el delicioso sabor del jugo. 












 

 




















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