Sabemos que el Zodíaco, está representado por un círculo mándala dividido en 12 segmentos iguales de 30 grados de arco, a cada uno de los cuales denominamos Signos y que simbolizan las diferentes manifestaciones de la energía. En esta oportunidad voy a hablarles del signo de Cáncer. Pero para entender bien lo que ello significa, es conveniente empezar por el principio. Y todo comienza en Aries, el primer signo de Fuego, al que podríamos imaginar como un poderoso Big Bang. Una explosión que libera una enorme cantidad de energía radiante que se expande instantáneamente, pero que sin embargo, con el correr del tiempo, va perdiendo velocidad. Así entramos a Tauro, - el primer signo de Tierra - donde todo se lentifica, la energía se condensa y se transforma en aquello que llamamos materia. Posteriormente en Géminis - el tercer signo del zodíaco y primero del elemento Aire - la materia empieza a relacionarse entre sí. Allí surgen infinitas asociaciones inestables, generando una paradoja que a primera vista resulta difícil de comprender: 1 + 1 = 3. Y decimos que el resultado es tres, porque a la sumatoria de los dos objetos que se relacionan, también hay que agregarle el fruto del vínculo que transforma a ambos para siempre. Por eso decimos que 3 es el número de la creación.
Finalmente, llegamos a Cáncer, el cuarto signo. El número 4 nos remite a la noción de estabilidad, tal como la que posee una mesa que se afirma sobre sus 4 patas. Estamos hablando entonces de una energía protectora, que recorta el fruto de la inestable relación geminiana, para luego encerrarla y ponerle un límite. Así la excluye de todo lo demás para defenderla de la constante mutación y estabilizar su forma. Este fenómeno es lo que sucede tanto en el útero de los mamíferos como en el huevo, dos ámbitos con mucha energía canceriana. Evidentemente, son lugares aislados, protegidos y nutricios que son necesarios para que se produzca un particular proceso de generación, que no sería viable de quedar expuesto a la intemperie.
Luego esta energía sigue creando ámbitos más abarcativos pero igualmente cerrados, protectivos y de pertenenencia, tales como la familia, el clan y la tribu, hasta llegar a la nación. Y esta consciencia tribal o familiar es la que nos brinda a nosotros los humanos nuestra identidad primaria. La identidad por pertenencia. Así, los libros esotéricos dicen que simbólicamente las almas humanas encarnamos en Cáncer. Por todo lo dicho, no es sorprendente que para los nativos de este signo, el hogar sea su ambiente ideal. Allí donde se sienten cómodos y bien protegidos de los choques del mundo
exterior.
El regente de Cáncer es la Luna que sabemos influye sobre todos los líquidos terrestres, particularmente es fácil distinguir su enorme gravitación sobre las mareas. Es el primer signo del elemento Agua, que se
relaciona con el afecto, la emocionalidad, el mundo y el psiquismo interior. Por
eso, un canceriano se va a enojar mucho cuando perciba que no hay afecto en sus relaciones. Así, tenderá a ponerse muy introvertido y a defenderse mientras se refugia en su mundo conocido, tal como lo hace cangrejo que ilustra el encabezado de este artículo. Un animal arquetípicamente canceriano que vive en colonias, que es muy blandito por
dentro y muy duro por fuera, y que ataca con sus tenazas replegándose al mismo tiempo.
Cáncer banca a muerte a los suyos, a lo que ha afectivizado, teniendo a los demás como elementos hostiles o peligrosos. Por ejemplo, en Argentina - que tiene su Sol en Cáncer -, los políticos exitosos son aquellos que logran mostrarse como líderes protectores que generan lazos afectivos con su pueblo. Un candidato con aspecto frío y severo, que nos proponga como meta fundamental el estricto cumplimiento de la ley, tendrá muchas posibilidades de ser elegido en países como Suiza, pero jamás sentiremos que posee el suficiente carisma para ser ungido como nuestro conductor. Recordemos además la enorme importancia que ha tenido y tiene figura del Caudillo en nuestra historia.
Para
un canceriano llorar es lo más natural del mundo. Ahora, por una cuestión
cultural, al hombre de cáncer le va a costar expresar en sociedad estos
sentimientos, así que muchos de ellos se reprimirán y desarrollarán un sistema de defensa,
tendiendo a ser muy introvertidos y hasta agresivos, sobre todo en la adolescencia. Los
cancerianos son entonces muy emocionales, sensibles y susceptibles. Ojo como los tratamos nosotros los escorpianos!, porque es
bastante fácil herir a nuestros hermanos de agua. Las cosas más difíciles hay que decírselas con mucho tacto, paciencia y ternura.
Mentalmente los cancerianos son muy memoriosos,
porque la historia les da identidad y sensación de pertenencia. Así, ser
historiador es una profesión bien canceriana. También encontramos en esta categoría a los novelistas, los
pediatras, y los maestros jardineros. Hasta la mafia y las patotas son bien
cancerianas, aunque obviamente estas expresiones se ubican en el nivel vibratorio más bajo de
esta energía, que además en estos casos está imbuida de tintes Plutonianos. No sería difícil imaginar que un mafioso que comete cualquier tipo de
delito, va a ser cubierto y apañado por los suyos, pero si osa traicionar "a la familia", automáticamente "queda afuera" y se convierte en un enemigo que merece
la muerte. Recuerdo la escena de la película El Padrino, donde Vito
Corleone que “con todo el dolor del mundo”
ejecuta a su hermano mayor a causa de su traición. Y ahora que recuerdo la escena sucede dentro de una canoa flotando en la inmensidad del agua en un hermoso lago. Una imagen que simboliza estupendamente lo que en casos extremos puede hacer esta energía con aquello que ha dejado de pertenecer.
El arquetipo canceriano por excelencia es "La Madre". Aquella que cría, nutre y proteje. El color que le corresponde es el blanco, la piedra que se asocia a este signo es la esmaralda y el metal no podría ser otro más que la plata, por su correspondencia con la Luna. Anatómicamente rige al estómago y a los senos maternos. Y obviamente si hablamos de alimentos, es evidente que la leche materna entra dentro de esta categoría. Es el ingrediente fundamental de nuestra receta astrológica, más el agregado de azúcar que está regido por Venus, un planeta que en Cáncer se encuentra en estado de exaltación.
Así que haremos un delicioso Flan Casero con Dulce de Leche ...
Flan Casero con Dulce de Leche
Si bien el flan es un alimento cuya elaboración se origina en el antiguo Imperio Romano, no hay dudas que con el agregado del dulce de leche, se ha convertido en un verdadero clásico de la Cocina Argentina y postre obligado en todos los menúes de los tradicionales bares de nuestro país.
Aquí les enseño la sencilla receta para disfrutar de esta maravilla...
Ingredientes:
Para el flan:
Huevos: .................................... 10
Leche: ....................................... 750 ml
Azúcar: ..................................... 250 g
Extracto de vainilla: .................. 2 cdas. medianas
Para el baño de caramelo:
Azúcar: ....................................... 250 g
Cobertura:
Dulce de Leche: .......................... a gusto.
Preparación:
1. Colocamos el contenido de 10 huevos en un bowl. Pero antes de abrirlos, y para comprobar si aún están frescos, es conveniente agitarlos con la mano cerca de nuestro oído. Si observan que el contenido de su interior se mueve demasiado por estar muy despegado de la cáscara, les recomiendo que lo abran en un pequeño recipiente y comprueben previamente su estado. Si al abrirlo ven que está muy líquido y no tiene consistencia, descártenlo porque ese huevo está pasado y nos arruinará toda la preparación. Ni hablar si tiene olor desagradable.
2. Agregamos el azúcar y batimos solo lo necesario para romper el ligue de los huevos y mezclar los ingredientes, tratando de no incorporar demasiado aire a la mezcla.
3. Luego integramos la leche fría, que puede ser descremada si desean.
4. Saborizamos con extracto de vainilla. Acuérdense que es extracto es natural y mucho mejor que la escencia, ya que esta última es solo un saborizante artificial. Es más difícil de conseguir, pero seguro podrán hacerlo en las dietéticas y herboristerías.
5. Para hacer el baño de caramelo volcamos el azúcar en una flanera (de 21 cmts. de diámetro en su parte superior), y agregamos dos cucharadas soperas de agua. Llevamos al fuego moderado y dejamos que se haga el caramelo, que debe estar oscuro, pero sin llegar a quemarse, porque de lo contrario se tornaría amargo.
6. Sacamos del fuego, dejamos que el caramelo se temple un poco y adquiera una textura viscosa. Luego, con la ayuda de un trapo o repasador para no quemarnos, tomamos la flanera y la vamos dando vuelta para que el caramelo se vaya adhiriendo a las paredes y las tapice totalmente. Ojo con el caramelo caliente, porque si les cae en la piel van directo al hospital con quemadura de tercer grado.
7. Intoducimos la mezcla, y colocamos el molde sobre una bandeja.
8. La llevamos a un horno precalentado a una temperatura moderada de 180°C y llenamos la bandeja de agua, para que se cocine a Baño María por espacio de 40 a 45 minutos. Como cada horno es diferente, los tiempos son aproximados. Pero verán que está listo cuando clavamos un cuchillo y este sale limpio.
9. Una vez pasado el tiempo de cocción, retiramos del horno y dejamos enfriar el flan hasta que alcance la temperatura ambiente.
10. Luego lo tapamos con un film de cocina y lo llevamos a la heladera para enfriarlo por espacio mínimo de dos horas. Pero lo ideal es dejarlo todo un día antes de consumirlo.
11. Finalmente, despegamos delicadamente los bordes del flan con un cuchillo y lo desmoldamos en un plato grande o bandeja.
12. Cortamos una buena porción, y lo bañamos con el caramelo. agregarle caramelo por encima
13. Solo nos resta coronarlo con un buen
dulce de leche, que pueden hacer en forma casera siguiendo la receta que podrán consultar clickeando en la imagen de abajo...
Y a disfrutar....