Hoy haremos un plato sumamente vistoso, colorido y delicioso, muy recomendable para dietas adelgazantes ya que a pesar de tener bajas calorías, es altamente saciante y nutritivo porque es una gran fuente de vitaminas y minerales y fibra. Al no tener ningún tipo de proteína o grasa animal, es apto para vegetarianos y veganos.
Por estar desprovistas de una piel u hollejo que las protege, las lentejas rojas, también llamadas lentejas turcas o egipcias, (que se consiguen fácilmente en cualquier dietética de Buenos Aires) tienen un sabor muy suave y son más fáciles de digerir que las lentejas comunes. Esto las convierte en un alimento ideal para todas aquellas personas que tienen problemas digestivos con las legumbres. Para el plato de hoy, cuidaremos de no cocinarlas demasiado, apenas las herviremos durante 7 minutos para que conserven algo de su textura y color.
Las lentejas son ricas en hierro, fibra y vitamina B1, zinc, fósforo y potasio, además de ser bajas en grasas. Son una de las principales fuentes de hierro de origen vegetal y una ración aporta igual cantidad de hierro que un bife de ternera de 250 gramos. Pero ojo, porque el hierro de origen animal se absorbe con mayor facilidad que el de los vegetales, Así que para facilitar su absorción se necesita asociarlo con la presencia de vitamina C. Por ello es imprescindible que en la misma comida tomemos algún alimento que la contenga, como un jugo de naranja, o unos kiwis de postre.
La remolacha es una hortaliza baja en grasas, rica en fibra, y con un alto contenido en vitaminas del grupo B, aunque también contiene vitaminas A y C. Además contiene carotenoides y minerales como calcio, magnesio, fósforo, potasio, sodio, zinc y cobre. Por su parte, la zanahoria es rica en varios nutrientes como Vitamina A y Carotenoides, es una fuente de minerales como potasio, fósforo, magnesio, yodo y calcio, también contiene Vitamina B3 (niacina), Vitamina E y K y folatos.
Ingredientes:
(para 4 personas)
Lentejas turcas o rojas: . 150 g
Remolacha: ..................... 250 g
Zanahoria: ....................... 250 g
Cebolla: ............................ 1 grande
Ajo: ................................... 2 dientes medianos
Ajo: ................................... 2 dientes medianos
Perejil o Cilantro: ............. un puñado
Chile: ................................ 1
Jugo de limón o vinagre: 1 cda. grande
Caldo de verdura: ............. 750 ml
Agua: ................................. 500 ml
Extracto de tomate: ......... 1 cda. mediana
Aceite de oliva E.V.: .......... cant. necesaria
Cúrcuma en polvo: ........... 1 cda. mediana
Semillas de comino: ........ 1 cda. mediana
Semillas de coriandro: ..... 1 cda. mediana
Bayas de Pimienta: ........... 1 cda. mediana
Sal: ..................................... a gusto
Preparación:
1. Pelamos las remolachas y la cortamos en dados grandes, también seccionamos las zanahorias en rodajas de unos dos dedos de grosor.
2. Introducimos los vegetales en una bandeja con un poco de aceite de oliva y los llevamos a un horno precalentado a temperatura fuerte (unos 200° C) por unos 25 minutos o hasta que veamos que los estén bien dorados.
3. Mientras tanto, para remover cualquier resto de tierra, arena o piedritas que puedan tener, ponemos las lentejas ten un colador de malla fina y las lavamos con esmero revolviéndolas con la mano debajo el grifo hasta que el agua que pasa por ellas deje de salir turbia.
4. Calentamos medio litro de agua a fuego fuerte y cuando rompa el hervor añadimos un poco de sal e introducimos las lentejas.
5. Una vez que el agua vuelva a entrar en ebullición, bajamos el fuego al mínimo y las cocinamos durante 7 minutos. La cocción es muy rápida ya que estas lentejas no tienen piel. Tampoco deberemos pasarnos de ese tiempo para conservar en parte de su color y evitar que se desarmen demasiado.
6. Una vez cocidas las colamos y reservamos.
7. Cortamos la cebolla en brunoise y picamos los dientes de ajo.
8. Salteamos a fuego medio el ajo picado en una sartén con un poco de aceite de oliva extra virgen. Medio minuto más tarde añadimos la cebolla.
9. Condimentamos con la cúrcuma en polvo, semillas de coriando, comino y bajas de pimienta negra previamente machacadas en un mortero. También sumamos medio chile picante picado que sea de nuestro agrado, al que previamente desvenamos y le quitamos las semillas.
10. Una vez que haya transparentado la cebolla, sumamos una cda. mediana de extracto de tomate, que pueden reemplazar con 2 cdas. grandes de puré de tomate. Luego, mezclamos hasta amalgamar todos los ingredientes.
11. Mientras tanto, ya se habrán dorado las remolachas y zanahorias, por lo que las retiramos del horno y las licuamos junto a 750 ml de un caldo de verduras, 1 cucharada grande de jugo de limón o vinagre y la otra mitad del chile picante.
Si el vaso de la licuadora es de vidrio, tengan cuidado de no introducir de golpe un caldo muy caliente ya que el shock térmico lo puede romper.
12. Batimos el tiempo suficiente para lograr una crema bien suave y sedosa.
13. Una vez licuada, llevamos la crema a una olla y la calentamos hasta que esté a una temperatura justa para servir.
14. Seguimos con nuestro sofrito, agregándole las lentejas que habíamos reservado. Mezclamos bien todos los ingredientes, salamos a gusto y cuando la preparación haya tomado temperatura, apagamos el fuego y estamos listos para emplatar.
Emplatado:
2. Colocamos las lentejas en el centro y las rociamos con un chorrito de aceite de oliva extra virgen.
3. Sumamos unas hojas de perejil o cilantro finamente picado alrededor de la crema de Remolacha. El rojo y el verde hacen un lindo contraste ya que ambos son colores complementarios.
Recuerden que las hojas deben estar bien secas antes de picarlas, de lo contrario se les harán una especie de puré, sobre todo si usan cilantro que es mucho más tierno.
Y ya tenemos esta delicia lista para disfrutar...
Gracias por la receta! Hace unos días atrás compré lentejas turcas en el mercado andino de Liniers para probarlas. Me vino como anillo al dedo tu post!
ResponderEliminarBuenísimo! Después contame como te fue :)
EliminarAnoche preparé ese plato: ¡Es exquisito! Lo acompañamos con un poco de arroz blanco y un puñado de rúcula con aceite de oliva a un costado. ¡Muchas gracias, Diego, por esta estupenda receta, tan sencilla y a su vez tan original!
ResponderEliminarDe nada Marisol, me alegro mucho que te haya gustado tanto como a mi 😀
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